Dr. José Rallo Romero. In memoriam.
Tuve la suerte de colaborar con el Dr. Rallo casi dos décadas en el Servicio de Psiquiatría del Hospital U. Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, que él dirigía. Le recordaré siempre con gratitud.
Su recorrido como Jefe del Servicio comienza en 1955, al ser nombrado directamente para tal cometido por el Prof. D. Carlos Jiménez Díaz. Acababa de ser reconocida oficialmente la Clínica de Nª Srª de la Concepción (antes “Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas” y en la actualidad “Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz” como Centro de Especialidades Médicas. Entre ellas se incluía la Especialidad de Psiquiatría. El Dr. Rallo estaba recién llegado de Suiza, donde había desarrollado durante un tiempo su análisis (Dr. Gressot) y su formación psicoanalítica en la Sociedad Suiza de Psicoanálisis. Entre otros posibles candidatos D. Carlos Jiménez Díaz apostó por esta nueva línea de entender y atender la salud mental. Concluye su tarea, como Jefe del Servicio de Psiquiatría, con su jubilación en 1991. Nombrado Consultor Jefe deja el hospital poco después, en 1992.
Desempeñó múltiples cargos: Profesor de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la U.A.M., Miembro de la Comisión de Estudios de la Universidad y de la Comisión de Docencia del Hospital, Presidente del Grupo de Estudios Psicoanalítico de Madrid(1973), Presidente de la Asociación Psicoanalítica de Madrid (1981), Miembro de la Comisión Nacional de la Especialidad de Psiquiatría (1978), Presidente del Instituto de Estudios Psicosomáticos y Psicoterapia Médica (1981), Miembro de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica (1984), “Miembro de Honor de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (A.E.N.) como reconocimiento a la introducción de técnicas terapéuticas nuevas en un Servicio en el Sector Público”(1990).
Aunque como cualquier mortal no estaba exento de sus zonas de penumbra, los hechos hablan por sí solos de la importancia de su obra. Su trayectoria profesional se desarrolla, sobre todo, en torno a dos ejes: a) La Asociación Psicoanalítica de Madrid. b) El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, integrado en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Me ceñiré a éste último ámbito (otros se han ocupado ya del anterior) señalando algunos aspectos que marcan con fuerza su estilo:
1º) Su apuesta, innovadora, firme y valiente, para mantener un espacio para el Psicoanálisis y la Psiquiatría Dinámica en el Hospital General, desde cuyo prisma desarrolló nuevas tácticas y enfoques terapéuticos, en contraposición a la línea organicista dominante y entonces bendecida por la cultura franquista.
2º) La importancia concedida, hasta convertirla en prioridad, a la formación continuada de postgrado, integrando teoría y clínica en el trabajo diario, haciendo de éste una verdadera herramienta docente, aplicable tanto en la asistencia hospitalaria como en el área de la investigación clínica.
3º) La ayuda institucional (desde el Hospital), y participación personal que ofreció a distintas asociaciones científicas afines a la comprensión psicodinámica de la psicopatología. Entre ellas cabe destacar en posición relevante el Instituto de Estudios Psicosomáticos y Psicoterapia Médica (I.E.P.P.M.)
4º) El apoyo y determinación ofrecidos para que la Psicología Clínica se incorporase a las tareas asistenciales y docentes del Hospital como disciplina y especialidad necesaria y complementaria.
De 1955 a 1992 fueron 37 años de dedicación intensa a la enseñanza y práctica del psicoanálisis en el Hospital General. Incorporando al trabajo asistencial público las actitudes específicas del método psicoanalítico: las funciones de escucha, contención, atención a las relaciones vinculares, asociación de significados y recuerdos, interpretación e integración de contenidos latentes, elaboración de conflictos. En suma el análisis de los procesos psicológicos en el enfermar, con la participación activa del paciente en su proceso de cambio y de recuperación. Todo ello a través del ejercicio de la psicoterapia psicoanalítica en la consulta ambulatoria así como en el seguimiento y atención a los pacientes ingresados.
Estos mismos objetivos se tenían también en cuenta a la hora de los seminarios y sesiones clínicas semanales. Era tal la importancia que concedía a la formación que se dedicaba una jornada entera semanal a tareas docentes, alternándose sesiones clínicas y seminarios sobre discusión de casos difíciles; técnicas de psicoterapia; actualizaciones en psicopatología, actualización bibliográfica; sesión clínica abierta, compartiendo los diferentes puntos de vista con los distintos especialistas (pediatras, internistas, oncólogos, nefrólogos, endocrinólogos, etc), según el contexto en el que se desarrollase la sesión.
De este modo, a lo largo de esas casi cuatro décadas, consiguió convertir progresivamente el Servicio de Psiquiatría en plataforma abierta de difusión y referencia donde iban cuajando las nuevas directrices en el modo de entender el significado de la enfermedad en su relación con el devenir del enfermo. Más que a la fenomenología, se daba importancia a las circunstancias del sujeto, a su entorno socio familiar, a sus conflictos manifiestos o latentes, cuidando siempre la relación médico-paciente.
Nuevas directrices de las que dan fe, por una parte, los múltiples trabajos dirigidos por el Dr Rallo, desarrollados en el Servicio, y luego publicados en distintas revistas o presentados en congresos. Por otra, el flujo continuo de cursos específicos sobre Psicopatología Dinámica, Psicosomática Psicoanálisis y Psicoterapia, conferencias, jornadas, seminarios etc que, en colaboración con el Instituto de Estudios Psicosomáticos y Psicoterapia Médica, potenció su difusión abierta y gratuita.
Este Instituto (I.E.P.P.M.) se constituyó como Asociación de carácter científico el diez de Octubre de 1962, siendo su primer Presi¬dente el Dr. Dn. Juan Rof Carballo. En 1975 se incorpora, entre otros, el Dr. Rallo., que fue elegido Presidente y ejerció su cargo desde 1979 a 1982.
El I.E.P.P.M. fue creado con el fin de:” Favorecer la investigación y la formación práctica en los campos de la Medicina Psicosomática, la Psiquiatría Dinámica y la Psicoterapia de inspiración psicoanalítica en sus diversas formas” (Estatutos, art. 2). Objetivos que coinciden plenamente con los planteados por el Dr Rallo en el Servicio de Psiquiatría. Tal vez por esa razón se comprometió enteramente en la expansión y desarrollo de sus actividades.
Desde aquel cruce de caminos donde se encontraba (A.P.M., Servicio de Psiquiatría, Universidad, Instituto de Estudios Psicosomáticos, otras sociedades científicas…) se servía de su destacada posición, para invitar a multitud de expertos y especialistas de prestigio para que participaran en los programas conjuntos propuestos unas veces por el Servicio de Psiquiatría de la F.J.D. y otras por dirigentes o miembros del IEPPM. Consiguió así que el Servicio de Psiquiatría de la F.J.D. y el Instituto de Estudios Psicosomáticos se convirtieran en referente fiable para todo aquel que buscaba un espacio de formación, pensamiento y discusión clínica sobre campos relacionados con el Psicoanálisis y la Psicosomática.
Quiero cerrar esta reseña con una referencia especial a la contribución del Dr Rallo al reconocimiento e instauración de la Psicología Clínica en el Hospital General como disciplina independiente y especialidad complementaria a Psiquiatría. Al incorporarme en 1976 al Servicio como Psicólogo Clínico, el Dr Rallo me encomendó la creación de un programa de actividades de Psicología Clínica y de un posible equipo de colaboradores. Poco a poco se fue consolidando la Sección de Psicología Clínica desarrollando, a lo largo de 15 años, un programa específico de formación para Psicólogos Clínicos, y de asistencia a las distintas demandas provenientes de los diferentes Servicios del Hospital. Así surgieron las subsecciones matrices de Neuropsicología, Paidopsicología, Psicooncología, Psicodiagnóstico, Psicoterapia individual y de grupo. Este programa sirvió de base para que en 1993 la Sección de Psicología Clínica fuera reconocida de forma oficial y acreditada como Unidad Docente por el Ministerio de Sanidad y Consumo, desarrollando una Tutoría para la formación de Especialistas en Psicología Clínica según el Programa P.I.R. (Psicólogo Interno Residente). Permaneció en activo desde 1977 hasta 2009, año en que con la llegada de Capio-IDC fue “externalizada” del Hospital. En suma fueron 32 años de contribución a la demanda de atención psicológica de los distintos Servicios del Hospital y a la formación de los Psicólogos Clínicos como Especialistas. En ésa última etapa, (Unidad de Psicología Clínica), no estaba ya el Dr Rallo en el Hospital. Pero no se habría logrado sin aquella primera puesta en marcha de la Sección de Psicología Clínica que él potenció.
El lunes 27 de abril de 2015 nos dejó definitivamente. Cumplirá ahora su primer aniversario. Descanse en paz.
Pedro Pérez García (Madrid 01.04.2016
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