Puede adquirir la revista completa o por separado los siguientes artículos:
Presentación : Ana Mª Martín Solar.
Ángel Garma. La integración psicosomática en los tratamientos psicoanalíticos de los enfermos orgánicos
Teresa Sánchez Sánchez. Desmentalización y vuelta contra sí mismo melancólica en la esclerosis múltiple
Cristophe Dejours. Accidentes de la seducción y teoría del cuerpo
F. Javier Alarcón. Fundamentos metapsicológicos de la psicosomática psicoanalítica
Raquel Zonis de Zukerfeld. Psicosomática hoy: tercera tópica y vulnerabilidad
José Eduardo Fischbein. Las psicosomáticas hoy
Presentación
Queremos presentarles con este nuevo número de la revista, en esta ocasión titulado “Actualizaciones en psicosomática”, una serie de trabajos que, desde distintas perspectivas, desde la escuela de París de Pierre Marty, hasta el modelo de la llamada “tercera tópica”, puedan ayudarles a seguir pensando el proceso que converge en el enfermar psicosomático.
Viene siendo habitual inaugurar cada número con un artículo clásico, que sirviendo de germen, ayude a dar la medida de los siguientes trabajos. En esta ocasión, hemos elegido “La integración psicosomática de los tratamientos psicoanalíticos de los enfermos orgánicos” del Dr. Ángel Garma. Hemos optado por este autor con clara conciencia de su plena importancia, no sólo como introductor y baluarte del psicoanálisis en Latinoamérica, sino también y fundamentalmente en nuestro caso, como uno de los primeros psicoanalistas en hablar del enfermar psicosomático. Recordemos que es gracias a Rof Carballo que Garma conoce a Ernesto Cárcamo en París, con el que emigra a Argentina, y donde comienza a presentar sus trabajos sobre las cefaleas en el primer congreso interno de la Asociación Psicoanalítica Argentina en 1953, amén de otros muchos trabajos, entre los que destacan los de la úlcera gastroduodenal.
En el trabajo que incluimos, Ángel Garma a través de varias “viñetas clínicas” de tratamientos psicoanalíticos, defi ende como la comprensión de los instintos y del yo, considerado freudianamente y de forma primordial como un yo corporal, nos lleva a interpretaciones monistas, más integradoras. De tal forma que “durante los tratamientos psicoanalíticos, la integración psicosomática de los enfermos orgánicos puede lograrse haciéndoles consciente sus representaciones psíquicas transferenciales desintegradoras”.
A continuación y como primer trabajo, contamos en esta ocasión y de nuevo, con Teresa Sánchez Sánchez y su provechoso artículo original, “Desmentalización y vuelta contra si mismo melancólica en la esclerosis múltiple”. Haciendo una profusa presentación, desde la semiología, epidemiología y etiología la autora nos va introduciendo en la enfermedad de la esclerosis múltiple, hasta hacernos llegar a los aspectos, manifestaciones y alteraciones psicológicas que se producen en el mismo seno de la enfermedad. Mediante el estremecedor caso clínico de Alexia, Teresa Sánchez, nos coloca de lleno en la centralidad de su tesis que no es otra que la de un déficit elaborativo y desmentalización previos al inicio de la enfermedad, que finaliza consolidando una “vuelta contra si mismo” de orden melancólico en la paciente.
No se nos pasa de largo la complicada e intrincada puesta en escena de síntomas de esta paciente, donde precisamente el destino de sus excitaciones somáticas es el grave enfermar psicosomático, que junto a la silente desintrincación pulsional impide finalmente un trabajo de melancolía que hubiera podido permitir el reinvestimento de un nuevo objeto.
Seguidamente y desde otra perspectiva, la de la teoría de la seducción generalizada que desarrollara Jean Laplanche, Christophe Dejours nos ofrece en su trabajo “Accidentes de la seducción y teorías del cuerpo” su propia manera de entender la patología psicosomática a través de un interesante caso clínico. El paciente que nos presenta, hace, en el curso de su análisis, una descompensación somática aguda con elevada angustia de muerte y claramente relacionada a una idea delirante de tipo psicótico. Dejours deja claro en su trabajo, que la problemática que padece el Sr. Garance no puede ser explicada desde la óptica del paciente operatorio a la manera Martyniana, sino mediante la explicación teórica de los “accidentes” que ocurren en la formación del inconsciente sexual, según, como decíamos anteriormente, lo entiende Laplanche. Ya Dejours al inicio del trabajo y de forma personalísima, nos presenta el cuerpo como concepto metapsicológico, abrazando el punto de vista tópico para explicar las consecuencias de la violencia del adulto contra el cuerpo del niño, y arribando al concepto de “proscripción” para más allá, llegar al descubrimiento de otro inconsciente al que denomina “amencial”.
Otro trabajo original, es el titulado “Fundamentos metapsicológicos de la psicosomática psicoanalítica” en el que Francisco Javier Alarcón articula una metapsicología psicoanalítica para pensar lo psicosomático, que contrasta claramente con la presentada en el trabajo anterior por Christophe Dejours. Sí en éste, el aspecto económico no está en primer plano, en la propuesta de Alarcón, lo económico adquiere una importancia fundamental en la formación y desarrollo de la enfermedad. Alarcón comienza haciendo en su trabajo, un recorrido por el funcionamiento de la dinámica de la pulsión y a partir de ella, podemos decir muy generalmente, que plasma como se va estructurando el psiquismo. En este sentido, nos dice que la buena organización mental es garantía de salud psicosomática. Clarifica pues, el estatuto metapsicológico de la psicosomática psicoanalítica, destacando la importancia que tienen las etapas de desarrollo de la líbido en relación a la psicopatología. A través de un caso de desorganización mental grave que Pierre Marty expone en su libro “Los movimientos individuales de vida y de muerte” Alarcón señala la importancia de los fallos en el inicio de la relación madre-bebé, generadores de situaciones traumáticas, así como de la necesidad de las defensas como función adaptativa básica.
Raquel Zonis de Zukerfeld nos presenta su artículo “Psicosomática hoy: Tercera tópica y vulnerabilidad” con el interrogante de si podemos seguir hablando de enfermedad psicosomática hoy en los comienzos de la segunda década del siglo XXI. Para responderlo, la autora hace un recorrido teórico partiendo de la revalorización del concepto de trauma, de la reformulación del modelo de aparato psíquico (la revisión metapsicológica de la “Tercera Tópica” entendida como la coexistencia de lo reprimido con lo inconsciente escindido), de la revisión del concepto de psicosomática y de la vulnerabilidad. La autora otorga una muy alta importancia a la vulnerabilidad, pensándola como un constructo que es “el resultado de la cristalización de un modo de funcionamiento psíquico que se manifiesta clínicamente en la precariedad de recursos yoicos para procesar la actividad fantasmática y enfrentar sucesos vitales y por la tendencia al acto-descarga”. Por último, dos viñetas clínicas comparativas, servirán de aplicación clínica de su modelo. La hipótesis principal que plantea es que la vulnerabilidad y la resiliencia de un sujeto dependen principalmente de su historia y actualidad vincular.
Finalmente José Eduardo Fischbein, con su trabajo titulado “Las psicosomáticas, hoy” nos ofrece en primer lugar unas ideas preliminares, para discriminar por un lado, lo patognomónico en la psiconeurosis (la falta signifi cante de la castración) y en la patología psicosomática (la falta de representaciones resultantes del vacío psíquico) y por otro, los distintos tipos de pacientes psicosomáticos según se escuche a éstos (Pierre Marty, Joyce McDougall, David Liberman). Posteriormente hace un recorrido por la historia del desarrollo de la psicosomática en Argentina, citando entre otros a Marta Bakei, autora que ya rescatamos para nuestro artículo clásico en el número 90 de nuestra revista “Cliclos vitales y psicosomática”. En la diana del escrito de Fischbein encontramos un aparato psíquico que no puede procesar un exceso de tensión y que finalmente desagua en lo orgánico. Como dice con sus palabras: “Lo somático hace su aparición produciendo un quiebre en el devenir del sujeto”.
Interesante por último la viñeta clínica, con la que el autor, a través del material que describe en sus sesiones con el paciente, va dando de “primera mano” respuesta a sus interrogantes “¿Cómo y por qué se produce una somatización? contestando que ese cómo, está íntimamente relacionado con un modelo económico por sobrecarga y ese porqué con separaciones y duelos de difícil tramitación. Decir también, que este “recorte” clínico, le sirve a Fischbein para mostrarnos el trabajo transfero-contratransferencial que en palabras del autor “permite llegar al montaje de un modelo, que de cuenta de la organización del psiquismo temprano, punto de regresión para las patologías somáticas”.
Quizás no es banal que cerremos este número, precisamente acercándonos a la manera en qué trabajamos con estos pacientes y quizás, ahí está también el reto para “actualizar” la patología psicosomática. Nos estamos refiriendo claramente a la técnica, tema que además será título de nuestro próximo número “Técnica y psicosomática”. Muchas preguntas podrían abrirse ahora en relación a este asunto, pero mientras ese número llega, pensemos y esperemos, que al fi n y al cabo pensar y esperar son dos de las “herramientas” fundamentales de nuestro trabajo. Así acabamos esta presentación, proponiendo el “quehacer experiencial” con nuestros pacientes como la llave vital en los momentos donde el peso de lo impensable se hace presente. Y, ¡porqué no!, apoyémonos en aquellas palabras que en clara evocación al Mefistófeles en el Fausto, dijo Freud en “Neurosis y psicosis”: “Es probable que tal aplicación conllevara el benefi cio de retrotraernos de la gris teoría a la experiencia que reverdece eternamente”.
Esperamos que la lectura de estos artículos les hayan servido, sino para actualizar, al menos sí para reverdecer el conocimiento, de ese “intracuerpo” orteguiano, de ese tesoro oculto de energía viviente en el que como dice “se funden radicalmente lo somático y lo psíquico, lo corporal y lo espiritual”.
Ana Mª Martín Solar
Directora
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