Nº85 (digital) CÁNCER Y PSICOSOMÁTICA

 

Con este número de la Revista, queremos abordar la patología del
cáncer.

Queremos adelantar que, quizás sea éste un proyecto demasiado
ambicioso, por la amplitud de enfermedades, de etiologías muy
diferentes y con abordajes terapéuticos y pronósticos muy distintos
entre sí, que, con la palabra cáncer, tratamos de englobar.

Son también enfermedades que, al profesional interesado en los aspectos psicosomáticos, le plantean una serie de cuestiones de enorme interés.

¿Qué lleva a desarrollar la enfermedad en un determinado momento
de la vida?

¿Cómo explicar la variabilidad en el pronóstico, de unos pacientes
a otros, diagnosticados del mismo cuadro y estadio, y con
tratamientos similares?

¿Sobre cuáles de estos factores tenemos capacidad de incidir?

¿Cómo la misma enfermedad modifica la vida psíquica del paciente
y las de las personas más cercanas a él?

Seguramente podríamos hacernos infinidad de preguntas al
respecto, pero la realidad de la enfermedad es apabullante en una
sociedad como la occidental, en la que la población envejece y con ello, las posibilidades de desarrollar la enfermedad se incrementan
para todos.

Hace días leí en un periódico una estadística sobre cáncer, que
decía que, de 196.902 diagnósticos en España en 2008, habíamos
pasado, en 2012, a 215.534 (un 9,6% más), y la Sociedad Española
de Oncología preveía unos 227.076, para 2015.

Sin embargo las nuevas terapéuticas y los avances en el diagnóstico
precoz, con la incorporación de terapias personalizadas
(fármacos biológicos que responden al perfil genético del paciente),
están logrando que el índice de fallecimientos por esta enfermedad esté descendiendo significativamente. En el período de2008 a 2012, se produjo un descenso del 1,3%.Todo ello con un enorme coste material y humano (se calcula que, en los hospitales, más de la mitad del gasto en medicamentos se reparte entre oncología, VIH y enfermedades reumáticas).En oncología un cáncer se considera curado –en un sentido amplio– si la persona sobrevive cinco años. Y eso no quiere decir que el afectado pueda olvidarse del proceso.Las demandas de atención psicológica y socio-familiar a los pacientes y sus familias van en aumento, seguramente por la mayor información de la población, más sensible a que ayudas de este género tengan una incidencia favorable en el enfermo y su entorno.Cuando, hace años, abordamos con el Dr. Jaime Tomás la lectura de la obra de Pierre Marty, comenzamos por "El orden psicosomático. Movi- mientos individuales de vida y de muerte” (libro que conservo fotocopiado), adentrándonos en el mundo de la medicina de la mano del psicoanálisis. Pierre Marty, en el prefacio de este libro, hace el siguiente planteamiento: “El conocimiento progresivo de los movimientos individualesde vida y de muerte enriquece la tesis del evolucionismo en que se funda. De igual manera el psicoanálisis, que constituye el modelo, la referencia y el utensilio indispensable en los trabajosde psicosomática, se beneficia de estos trabajos”.Hemos seleccionado una serie de trabajos, con los que mostrar tanto las dificultades en el abordaje de esta patología, como los avances que se han ido produciendo a lo largo de los años. La Dra. Pilar Zamora, oncóloga en el Servicio de Oncología del Hospital Universitario de La Paz, nos presenta el trabajo: “Atención integral al paciente con cáncer”, realizado desde el centro deatención e investigación del Hospital Universitario La Paz. El Dr. Manuel Perez López, psiquiatra y psicoanalista y ex presidentedel IEPPM, se ocupa de los aspectos socio-familiares de la enfermedad.Y el Dr. Mikel Zubiri, médico psiquiatra, psicoanalista, presidentedel Instituto Internacional de Medicina Psicosomática Pierre Marty de París y miembro también del IEPPM, nos acerca a la visión psicosomática del cáncer. Con ellos vamos a ir viendo la compleja red de interacciones entre funcionamiento psíquico, sistema nervioso, sistema endocrino, sistema inmune, medios familiar y social, y respuestas del organismo a la aparición y evolución del cáncer. Para tratar a estos pacientes resulta fundamental un abordaje multidisciplinar.Así, para avanzar en el conocimiento acerca de la respuesta del organismo al cáncer y el efecto que tienen los diferentes factores que influyen en éste, resulta fundamental el trabajo en equipo, de manera que, las diferentes perspectivas puedan complementarse y conducir a un mayor conocimiento y, en consecuencia, a un mejor abordaje y asistencia al paciente que padece esta enfermedad.A continuación, Teresa Sánchez, de forma rigurosa y pormenorizada,propone en su artículo, “De la depresión esencial al cáncer, y de éste al crecimiento postraumático”, un itinerario específico, a modo de hipótesis de trabajo, para el cáncer de mama, siguiendo la perspectiva del modelo teórico de la Psicosomática del IPSO. Finaliza el presente número, el artículo de Ángel Huéscar que, con un completo recorrido por todas las etapas del ciclo vital, nos acerca la idea de salud y enfermedad desde la concepción psiquiátrica y psicoanalítica. Por último, una breve reseña de la obra, “Viaje a la complejidad”, de los doctores Nicolás Caparrós y Rafael Cruz Roche, hace de “broche final” a este intenso número de nuestra Revista.

Benigno Prado

Director