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PRESENTACIÓN
Encarna Amoros

 

ARTÍCULO CLÁSICO

Carolina y la nube. El lugar de la amistad en el proceso analítico de la adolescencia

Luis Kancyper

 

ARTÍCULOS MONOGRÁFICOS

La desesperación: un proceso de desconstrucción/desafección del sujeto

Pilar Puertas

 

El cuerpo como síntoma de la depresión en la adolescencia

Encarna Amorós, Gisela Renés, Maria Vidal

 

La conducta como síntoma: Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA/H). Las somatizaciones desde una perspectiva psicoanalítica, en los trastornos mentales graves (Autismo, Psicosis, Borderline
Vicente Pi Navarro

 

Tengo covid: análisis de un paciente psicosomático en tiempos de pandemia
Adriana Meluz Orozco

 

Una luz perdiendo fuerza y brillo
Carmen Pellicer Valverde

 

Identificación sexual y "transidentidad". Una contribución metapsicológica a la génesis del yo

Susan Heenen-Wolff

 

OBITUARIO

Gerard Szwec

Lorenza Escardó 

Nº106 (digital) PSICOSOMATICA Y ADOLESCENCIA

10,00 €Precio
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    Este nuevo número de la revista está dedicado al tema  Psicosomática y Adolescencia. Desde el articulo clásico a los artículos monográficos que la conforman, consideramos que concierne plenamente a la clínica contemporánea. El paciente adolescente, que está en plena crisis identitaria, no puede hacer frente a sus dificultades al no poseer un sistema psíquico preparado para representarlas, por lo que manifestará estos conflictos de forma sintomática a través del cuerpo.

    Los artículos que componen este número de la revista hacen referencia, en gran medida, a las situaciones límites en las que se encuentran muchos de nuestros pacientes y al lugar en que nos ubican, también, a nosotros, a través del vínculo transferencia-contratransferencia, en el tratamiento. A lo largo de los textos, se reflexiona acerca de las patologías narcisistas, en las que ciertos traumas han alcanzado la identidad del sujeto, teniendo consecuencias sobre su narcisismo y dificultando la constitución de la subjetividad. La adolescencia es una etapa de la vida en la que se pone de manifiesto, por un lado, la necesidad de los otros para la estructuración psíquica; y por otro lado, la necesidad de diferenciación de esos otros para alcanzar la propia subjetividad.

    Como clásico para este número de la revista, presentamos el texto Carolina y la nube. El lugar de la amistad en el proceso analítico de la adolescencia de Luis Kancyper. Hemos elegido este artículo como un homenaje al autor, fallecido en el año 2018. Figura relevante, Kancyper fue miembro de la APA y de la API, profesor durante muchos años de seminarios y supervisiones en sociedades psicoanalíticas, tanto de América Latina como de Europa, autor de numerosos artículos publicados en las principales revistas de psicoanálisis y de un número importante de libros traducidos a varios idiomas.

    En el artículo que publicamos, el autor señala que el tema de la amistad y de las autoimágenes narcisistas, poco estudiado en psicoanálisis, representa una buena cantera para la indagación psicoanalítica.

    Esta investigación posibilita extraer valiosos aportes metapsicológicos y técnicos para elucidar, bajo una luz amplificadora, la dinámica de los procesos analíticos con niños, adolescentes y adultos.

    Las autoimágenes narcisistas son soportes figurativos que representan al “sentimiento de sí”, al sentimiento de la propia dignidad.

    Operan como los puntos de partida desde los cuales el sujeto se relaciona consigo mismo, con el otro y con la realidad externa. Intervienen como los referentes constantes que de un modo continuo participan, a posteriori, en la estructuración y desestructuración de su singularidad.

    Para evaluar la presencia de un proceso o de un no proceso analítico, en el campo de la transferencia y la contratransferencia, Kancyper considera que, en el trabajo psicoanalítico con adolescentes, es fundamental entender esta etapa como el momento privilegiado de resignificación retroactiva. La confrontación generacional y fraterna salvaguardan la mismidad, la alteridad y la reciprocidad del adolescente. Además, señala la importancia que tiene el proceso de reordenamiento y recomposición de las identificaciones para acceder a un cambio psíquico y concibe la adolescencia como un campo dinámico que abarca al adolescente, a sus padres y hermanos en una inexorable reestructuración narcisista, edípica y fraterna.

    El autor subraya la necesaria revalorización de la cualidad de flexibilización albergada en este periodo para lograr el cambio psíquico

    en esta nueva etapa libidinal, en la que se producen las transformaciones psíquicas, somáticas y sociales.

    De forma extensa, nos muestra a través de un caso clínico, una paciente a la que llama Carolina, el proceso psicoanalítico con una adolescente, mediante el cual va a ejemplificar la importancia de la amistad en la adolescencia y cómo en el tratamiento, progresivamente, se van modificando las relaciones de amistad y las autoimágenes narcisistas de la paciente.

    Iniciamos el monográfico de la revista con el artículo de Pilar Puertas Tejedor La despersonalización: un proceso de deconstrucción/desafección del sujeto. En su interesante texto, la autora nos dice que los estados de despersonalización siempre le han impactado por el sufrimiento que acarrean. En estos estados, la angustia narcisista se presenta asociada a la pérdida de la vivencia identitaria y a una extrañeza en el núcleo de la vivencia de ser. Ante esta coyuntura, el sujeto pone en marcha mecanismos de sostenibilidad de su economía narcisista, que pueden ir dificultando la recuperación de la continuidad de su vivencia identitaria. La autora considera que la identidad es una construcción psíquica y dinámica que requiere unas condiciones para su génesis y sostenibilidad. Cita los trabajos de R. Roussillon y J. Jung, indicando que la construcción identitaria se produce en dos tiempos: en el vínculo con el exterior y con uno mismo.

    En el texto, se define la despersonalización como la consecuencia de una desorganización en la construcción identitaria. La autora aborda el proceso de su génesis y, de este modo, puede seguir la pista de su deconstrucción, para así entender mejor las manifestaciones vivenciales de su desorganización, que aparecen en forma de síntomas.

    Finaliza el artículo con una viñeta clínica de un adolescente, donde muestra la particular dinámica del doble homosexual narcisista confundida con el enamoramiento.

    El cuerpo como síntoma de la depresión en la adolescencia, un trabajo conjunto de las autoras Gisela Renes Calfat, María Vidal Peiro y Encarna Amorós Ruiz, es el siguiente artículo de este monográfico. En este texto teórico-clínico, se muestra cómo, en la clínica actual con adolescentes, aparece lo arcaico en todas sus variedades.

    La adolescencia se considera un tiempo de cambios, una etapa donde se reeditan los primeros vínculos infantiles. Desde esta perspectiva, cuando hay un fracaso evolutivo en el trabajo psíquico de la adolescencia, nos podemos encontrar ante una verdadera crisis del desarrollo, con una depresión que puede mostrarse en el cuerpo; teorización que se ejemplifica a través de la presentación de un caso de una adolescente de 16 años.

    En el tratamiento con adolescentes, donde predominan las somatizaciones, el trabajo del duelo propio de esta etapa no puede transitarse de manera adecuada. Por tanto, estamos ante dos tipos de funcionamiento que se dan a la vez. En el caso del material clínico que se expone, en la paciente aparece un funcionamiento más histérico fóbico, donde la capacidad de transferir y simbolizar se hace presente a través de la transferencia; y otro funcionamiento más del orden psicosomático, donde encontramos elementos que no podrán ser trabajados o pensados porque no han podido acceder al campo de la representación.

    Vicent Pi Navarro es el autor que nos presenta el siguiente articulo La conducta como síntoma: Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA/H.), las somatizaciones, desde una perspectiva psicoanalítica; en los Trastornos Mentales Graves (autismo, psicosis, bordeline). En el texto, y desde la experiencia en la atención escolar de los alumnos con TDA/H, el autor nos dice, por un lado, que estos diagnósticos no forman una estructura mental determinada, sino que son una serie de síntomas de mayor o menor gravedad, a veces normales en el desarrollo, y que son trasversales o que están en distintos trastornos de la infancia y adolescencia. Por otra parte, teniendo en cuenta sus características evolutivas, considera que se pueden realizar propuestas para el aprendizaje escolar y la intervención clínica. En el artículo se desarrolla la idea de un fallo en la gestión emocional del miedo y de la depresión y de una derivación hacia la motricidad y la somatización.

    Siguiendo las ideas de Bion, autor cuya teoría atraviesa todo el texto, hablaríamos de la parte psicótica y no psicótica de la personalidad en el sujeto. La impulsividad y la intolerancia a la frustración que caracterizan el funcionamiento mental de estos pacientes no permiten el trabajo psíquico y la reflexión, funciones que son absolutamente necesarias para el cambio psíquico.

    Tengo Covid: análisis de un paciente psicosomático en tiempos de pandemia es el artículo que nos presenta Adriana Meluk Orozco, texto de tremenda actualidad por los momentos que todos nosotros, pacientes y terapeutas, estamos atravesando. La autora señala cómo el inicio de la pandemia nos ha llevado a cambiar nuestros encuadres para sostener a los pacientes y nos dice que este caso le abrió el camino para pensar cómo acompañar a una paciente, caso en el que técnicamente se daba un importante cambio al pasar a usar la video llamada en el tratamiento.

    En el artículo presenta tres viñetas clínicas de una paciente adolescente actuadora y con grandes somatizaciones, entre las que se encuentran migrañas muy fuertes que la incapacitan por días, un cuadro de asma con tratamiento desde los cuatro años, vómitos y síntomas digestivos, que su médico manifiesta son de origen psicógeno y que se ve afectada por el coronavirus.

    La pausa impuesta por la pandemia y su cercanía a la muerte favorecen en ella la emergencia del pensamiento y la reedición de traumas anteriores ante una nueva situación traumática. La analista nos muestra cómo intenta desplegar recursos vitales para mantener la esperanza y un espacio de contención seguro, que llevarán a que la paciente no se desborde psíquicamente por la sobreexcitación y sobreestimulación, evitando el desfallecimiento. Se trata de prevenir una importante desorganización somática sobre una enfermedad que sobreviene de manera intensa y cargada de fuerza tanática.

    Una luz va perdiendo fuerza y brillo es el siguiente texto que nos presenta Carmen Pellicer Valverde. En este artículo, y tras tener noticias de una antigua paciente a través de una colega, la autora trata de investigar, siguiendo la Clasificación Psicosomática de Pierre Marty, la posibilidad de encontrar indicios, en alguno de nuestros pacientes, que puedan alertar de una futura enfermedad somática.

    Para ello, la autora vuelve a revisar un tratamiento que resultó fallido por las graves dificultades que la joven presentaba a nivel de funcionamiento mental. A esta paciente, tras 10 años de aquel primer tratamiento, le diagnostican una esclerosis múltiple cuando cuenta 27 años. Ella se plantea, y nos plantea, una importante pregunta:

    si podrá rastrear señales de un funcionamiento mental que, pasados unos años, abre las puertas al cuerpo para hacerse cargo de los conflictos psíquicos de esta chica. Hará un resumen de las dificultades en el tratamiento de esta joven, de 17 años de edad cuando inicia la terapia, que acude tras una hospitalización por haber sufrido una crisis delirante con un episodio de despersonalización, relatando los graves obstáculos que hubo para el desarrollo de la terapia, que duró un año y medio.

    El siguiente artículo, Identificación sexual y “transidentidad”. Una contribución metapsicológica a la génesis del yo de Susann Heenen-Wolff, nos ha parecido interesante para cerrar el monográfico de este número de la revista por el gran número de adolescentes que en la actualidad acuden a nuestras consultas con dificultades en la construcción de su identidad y su sexualidad.

    Nos dice la autora que, clásicamente, la transexualidad o “transidentidad” ha sido considerada como una expresión de un trastorno grave de la personalidad, y, desde 2013 como “disforia de género” (DSM5). Sin embargo, parece que incluso las personas con un funcionamiento psíquico de tipo neurótico pueden aspirar a la reasignación de género; no parecen sentirse identificadas con su propio cuerpo anatómico, aunque puedan amar, trabajar, ser creativas y poder vivir la vida cotidiana. A través del texto la autora trata de aportar una contribución metapsicológica a la génesis de la identificación de género que haga comprensible este hecho.

    Para cerrar este número de la revista, Lorenza Escardó Zaldo nos presenta el Obituario dedicado a Gérard Szwec, autor del magnífico libro Los galeotes voluntarios, fallecido en marzo del pasado año.

    Estimados lectores, esperamos que este nuevo número de la revista sobre Psicosomática y Adolescencia os resulte enriquecedor y aporte nuevas ideas, tan necesarias en el tratamiento de los adolescentes que hoy día acuden a nuestras consultas. Así mismo, desde aquí os animamos a escribir artículos para los próximos números de la revista.

    Encarnación Amorós Ruiz

    Comité de redacción.

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